miércoles, 19 de mayo de 2010

POR FIN, VUELTA!

Después de mucho tiempo (demasiado) sin actualizar mi blog y sin poder pasar por mis queridos blogs filohelenos, ya estoy de vuelta. Esperemos que esta vez pueda mantener más regularidad.

La última vez que escribí aquí, pensé en que la siguiente entrada iba a ser de deportes. Pero con mi equipo al borde de la 2ª B y con el Olympiakos con el título de liga y el acceso a la champions perdido, prefiero hablar de otra cosa. En realidad tampoco se muy bien de que hablar, simplemente me apetece.

Llevamos un año en el que se habla de Grecia por todos lados. Grecia por aquí, Grecia por allá. Que si tienen que vender islas, que por qué hay que mandarles dinero, etc. Despues de tanto tiempo, me estoy metiendo por las webs "amigas", webs que hablan sobre Grecia más allá del atropello económico.

Esta mañana me he acordado de la web Atenasdigital, y me he topado con una entrada que se llama "Mi pasión griega". Como no, tenía que ser de mi amigo Nikos. Aquí os dejo el enlace a las dos entradas

http://atenasdigital.com/2010/04/09/mi-pasion-griega/

http://atenasdigital.com/2010/05/01/mi-pasion-griega-2ª-parte/

Me ha llamado mucho la atención cómo sacó ese filohelenismo que llevaba dentro, y no puedo estar más de acuerdo. Uno no se hace, sino que nace. Personalmente descubrí el mío, bueno, más bien empezó a florecer el día que ví el Partenón en imágenes. No se, tendría 10-12 años (no lo recuerdo exactamente) y me pareció impresionante. A partir de ahí, me encantaba la historia de la grecia antigua. Soy una persona a la que todos los idiomas le fascinan, pero en concreto el griego siempre le ha vuelto loco, aunque me parecía muy complicado. Tuve la suerte de dar griego arcaico en el instituto y de tener una profesora que vio en mi un interés no sólo por el idioma, sino por la cultura ancestral griega, y dedicaba clases enteras a tal menester. Ahí ya empecé a darme cuenta que era un filoheleno, aunque no sabía nada de la cultura y de la Grecia moderna, pero me encantaba la antigua. Desde entonces sólo tuve una obsesión: viajar a Grecia. Ver el Partenón. Pero desgraciadamente mi economía no me permitía hacer dicho viaje. También se sumó que poco después (con 18 años) empecé a trabajar (y aún no he parado), en la empresa que montamos y que aún tenemos mi padre y yo, y que me absorvió y me absorve todo el tiempo del mundo.

Pero en el 2007 mi -por entonces- novia y yo decidimos casarnos el año siguiente, y a la hora de ver el destino, yo lo tuve muy pero que muy claro: Atenas. No cabía otra opción. A mi mujer tampoco le desagradaba la idea, así que la cosa quedó más que clara. Como ya he contado en las entradas en las que hablaba de mi viaje, fue una sensación única. Me maravillo la Grecia moderna así como mil veces más que la antigua. No se, es una sensación que no se puede describir. Es como aquel anuncia de "papá, por qué somos del atleti?" No se puede explicar. Es el ambiente de la ciudad (y después me daría cuenta de que es así todo el país), hay algo en el aire que lo hace especial. Es esa mezcla de la Grecia antigua con la Grecia moderna que se palpa en el ambiente. Sus gentes, que además en cuanto les chapurreas algo en griego te toman como uno de los suyos. porque ven que te esfuerzas y que te gusta lo griego y no sólo hablas en inglés.

Este verano quería volver. Me había propuesto volver cada año a Grecia, pero es imposible. No es que esté mal de dinero, pero conforme están las cosas, mejor será contemporizar un poco. Además viajar a Grecia sale por un pico. No por el avión, sino por el hotel. El otro día me dijo mi mujer "ojalá tuviéramos amigos en Grecia, para poder pasar unos días nosotros en su casa y que vinieran luego ellos a la nuestra. Así podríamos tener amigos griegos y poder estar allí unos días con gente conocida y de allí, y tener gente de allí por aquí!"

Aún así, ya que no podemos ir este verano, mi mujer y yo queremos "grieguizar" la casa. Tenemos 6 figuras de dioses griegos de alabastro, y voy a buscar aunque sea por internet para completar la colección, y vamos a inundar la casa con cuadros y demás figuras griegas. Ya que no podemos ir a Grecia este verano, queremos montarnos una pequeña Grecia en casa.

De momento, este sábado iremos al hipercor, a comprar unas Mythos, que hay que levantar la economía griega.

1 comentario:

  1. Καλησπέρα, Juan Pedro!

    Pues sí, cada uno hemos llegado por un camino diferente al Helenismo. Unos de forma más académica, otros de manera más "espontánea"...

    Me ha encantado también leer cómo te fuiste convirtiendo en un filoheleno.

    Yo este año sí que iré a Grecia; por muy pocos días, pero no faltaré a la cita. Pero también han sido muchos los años en que queriendo ir, no he tenido más remedio que quedarme en casa. La literaura griega (clásica y moderna), la música, el cine... tod ello me ayudó a "vivir en griego" sin moverme de casa.

    Me alegra volver a leerte.

    Un abrazo

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